Ahora tengo toda la ilusión del mundo puesta en mi nuevo cachorro... este blog, desde el cual quiero contar cosas, hablar de lo divino y de lo humano.
Estoy nerviosa, inquieta, me asaltan las dudas ¿seré capaz de criarlo y que se convierta en un blog fuerte y bonito? ¿que guste a la gente y dedique un poco de su valioso tiempo a leerlo?
Ya una vez me sentí así cuando esperaba a mi otro cachorro, Rosco, mi pastor alemán, una responsabilidad y una bendición con mucho pelo y unas bonitas orejas puntiagudas.
Gracias a tí que sentado en tu ordenador (o de pie, o tumbado o como sea que miras el ordenador) "escuchas" lo que quiero contarte.
Ya una vez me sentí así cuando esperaba a mi otro cachorro, Rosco, mi pastor alemán, una responsabilidad y una bendición con mucho pelo y unas bonitas orejas puntiagudas.
Gracias a tí que sentado en tu ordenador (o de pie, o tumbado o como sea que miras el ordenador) "escuchas" lo que quiero contarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario